Actualidad Nalanda
El trabajo en altura es una de las actividades laborales más peligrosas, la normativa en España permite garantizar la máxima seguridad en estos entornos. A continuación, analizamos en detalle qué se considera trabajo en altura, las zonas donde se producen más accidentes, las causas más frecuentes de caídas y las principales normativas y controles preventivos para reducir los riesgos. Además, revisaremos la normativa específica sobre el uso de escaleras y la gestión de la prevención de riesgos laborales.
En España, el trabajo en altura se refiere a toda actividad laboral que se realice a una altura superior a los 2 metros sobre el nivel del suelo. Esto incluye trabajos sobre plataformas, escaleras, tejados, andamios, grúas o cualquier estructura elevada que implique un riesgo de caída.
El principal marco legislativo que regula los trabajos en altura es el Real Decreto 2177/2004, que modifica el Real Decreto 1215/1997 sobre la seguridad y salud en el uso de equipos de trabajo por los trabajadores. Según esta normativa, los trabajos en altura requieren medidas de protección específicas para prevenir accidentes, como la instalación de barandillas, líneas de vida, y el uso de equipos de protección individual (EPIs) como arneses y cascos.
Las caídas desde altura son una de las principales causas de mortalidad en el ámbito laboral en España. Los sectores más afectados por estos accidentes son:
Las caídas en trabajos de altura pueden ocurrir por múltiples razones. Las causas más frecuentes incluyen:
Para prevenir accidentes en trabajos en altura, las empresas deben implementar una serie de medidas de control preventivo que garanticen la seguridad de los trabajadores. Estas medidas están enmarcadas en varias normativas, entre ellas, la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, la Norma UNE-EN 365:2005 para equipos de protección individual contra caídas, y la Norma UNE-EN 795:2012, que regula los dispositivos de anclaje para la protección contra caídas.
1. El empresario aplicará las medidas que integran el deber general de prevención previsto en el artículo anterior, con arreglo a los siguientes principios generales:
a) Evitar los riesgos.
b) Evaluar los riesgos que no se puedan evitar.
c) Combatir los riesgos en su origen.
d) Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como a la elección de los equipos y los métodos de trabajo y de producción, con miras, en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo en la salud.
e) Tener en cuenta la evolución de la técnica.
f) Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro.
g) Planificar la prevención, buscando un conjunto coherente que integre en ella la técnica, la organización del trabajo, las condiciones de trabajo, las relaciones sociales y la influencia de los factores ambientales en el trabajo.
h) Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.
i) Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.
(…)
1. El empresario adoptará las medidas necesarias con el fin de que los equipos de trabajo sean adecuados para el trabajo que deba realizarse y convenientemente adaptados a tal efecto, de forma que garanticen la seguridad y la salud de los trabajadores al utilizarlos.
Cuando la utilización de un equipo de trabajo pueda presentar un riesgo específico para la seguridad y la salud de los trabajadores, el empresario adoptará las medidas necesarias con el fin de que:
a) La utilización del equipo de trabajo quede reservada a los encargados de dicha utilización.
b) Los trabajos de reparación, transformación, mantenimiento o conservación sean realizados por los trabajadores específicamente capacitados para ello.
2. El empresario deberá proporcionar a sus trabajadores equipos de protección individual adecuados para el desempeño de sus funciones y velar por el uso efectivo de los mismos cuando, por la naturaleza de los trabajos realizados, sean necesarios.
Los equipos de protección individual deberán utilizarse cuando los riesgos no se puedan evitar o no puedan limitarse suficientemente por medios técnicos de protección colectiva o mediante medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo.
1. A fin de dar cumplimiento al deber de protección establecido en la presente Ley, el empresario adoptará las medidas adecuadas para que los trabajadores reciban todas las informaciones necesarias en relación con:
a) Los riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo, tanto aquellos que afecten a la empresa en su conjunto como a cada tipo de puesto de trabajo o función.
b) Las medidas y actividades de protección y prevención aplicables a los riesgos señalados en el apartado anterior.
(…)
1. En cumplimiento del deber de protección, el empresario deberá garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia preventiva, tanto en el momento de su contratación, cualquiera que sea la modalidad o duración de ésta, como cuando se produzcan cambios en las funciones que desempeñe o se introduzcan nuevas tecnologías o cambios en los equipos de trabajo.
La formación deberá estar centrada específicamente en el puesto de trabajo o función de cada trabajador, adaptarse a la evolución de los riesgos y a la aparición de otros nuevos y repetirse periódicamente, si fuera necesario.
1. Corresponde a cada trabajador velar, según sus posibilidades y mediante el cumplimiento de las medidas de prevención que en cada caso sean adoptadas, por su propia seguridad y salud en el trabajo y por la de aquellas otras personas a las que pueda afectar su actividad profesional, a causa de sus actos y omisiones en el trabajo, de conformidad con su formación y las instrucciones del empresario.
2. Los trabajadores, con arreglo a su formación y siguiendo las instrucciones del empresario, deberán en particular:
1.º Usar adecuadamente, de acuerdo con su naturaleza y los riesgos previsibles, las máquinas, aparatos, herramientas, sustancias peligrosas, equipos de transporte y, en general, cualesquiera otros medios con los que desarrollen su actividad.
2.º Utilizar correctamente los medios y equipos de protección facilitados por el empresario, de acuerdo con las instrucciones recibidas de éste.
3.º No poner fuera de funcionamiento y utilizar correctamente los dispositivos de seguridad existentes o que se instalen en los medios relacionados con su actividad o en los lugares de trabajo en los que ésta tenga lugar.
4.º Informar de inmediato a su superior jerárquico directo, y a los trabajadores designados para realizar actividades de protección y de prevención o, en su caso, al servicio de prevención, acerca de cualquier situación que, a su juicio, entrañe, por motivos razonables, un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores.
5.º Contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la autoridad competente con el fin de proteger la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo.
6.º Cooperar con el empresario para que éste pueda garantizar unas condiciones de trabajo que sean seguras y no entrañen riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores.
El Real Decreto 2177/2004 que modifica el R.D. 1215/1997, establece las medidas mínimas de seguridad para los trabajadores y los equipos de trabajo
Las normas UNE son aquellas que indican los mínimos de calidad necesarios de los equipos de trabajo: sistemas anticaída, herramientas de trabajo, equipos de protección anticaída, así como los dispositivos de anclaje para salvaguardar la seguridad de todos los empleados.
Estas normas también recogen qué equipos de protección individual se deben emplear contra caídas de altura, así como cada uno de los componentes de los sistemas anticaídas, que están regulados por su propia norma de manera particular. Por supuesto, también se incluye la seguridad en las máquinas, así como de las plataformas de trabajo y pasarelas, escalera o escalas.
Una gestión eficiente de la Prevención de Riesgos Laborales en trabajos en altura requiere un enfoque integral, que abarque desde la evaluación inicial de riesgos hasta la formación continua de los trabajadores.En Nalanda te ofrecemos un software para la prevención de riesgos laborales integral, con la que puedes gestionar la normativa completa referida a los riesgos asociados a trabajos en altura.
En definitiva, que antes de subirnos a un andamio, a una plataforma o incluso a una escalera debemos ser conscientes del riesgo que asumimos y procurar tomar las medidas preventivas necesarias.
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– Manuscrito Universidad de Nalanda – S.XI
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