Reducción de la jornada laboral, las 2 caras de la moneda

Desde 1983, cuando se pasó en España de una jornada de trabajo de 44 horas a 40, no había surgido el debate de una posible reducción de la jornada laboral. En aquel año, el primero bajo un mandato socialista en el Gobierno, también se modificó la duración de las vacaciones: se extendió hasta los 30 días naturales o 22 laborables que disfrutamos hoy.

Durante este año el melón lo ha abierto la vicepresidenta Yolanda Díaz, quien en enero propuso reducir la jornada laboral de las 40 horas semanales actuales a 38,5 horas para 2024 y a 37,5 horas para 2025.

Además, la titular del Mº de Trabajo avisa que vigilará el horario y amenaza con cuantiosas multas para las empresas que incumplan esta medida.

La Reducción de la Jornada Laboral, partidarios y detractores

Como suele ocurrir, no es oro todo lo que reluce y la medida tiene sus partidarios y detractores. La reducción tiene el apoyo de los sindicatos, pero también la férrea oposición de los empresarios, que reclaman que esta cuestión debe dirimirse en los convenios colectivos y adaptarse a la realidad de cada sector. 

Según el plan de Yolanda Díaz la reducción se haría de forma gradual, quedando en 2024 en 38,5 horas semanales y en una hora menos el año siguiente. A partir de 2025 se valoraría la progresiva implantación de una jornada de 32 horas semanales que culminaría en 2032.

A los empresarios y a muchos agentes sociales les preocupa el impacto que esta medida tendrá en el mercado de trabajo español y su repercusión en la productividad, en el incremento de los costes e incluso en la inflación. Lo que es evidente es que la medida no afectará del mismo modo a trabajadores y empresarios.

Los Empresarios evalúan el Coste de la Medida en 42.400 millones

Tal es su descontento que la patronal ha elaborado un informe en el que carga con dureza contra el recorte de horas que persigue el Gobierno. En él, afirman que la reducción de la jornada laboral que se plantea le costaría más de 42.000 millones de euros a la economía del país.

En las antípodas de la patronal están los sindicatos y el Ministerio de Trabajo, que defienden que el objetivo de la reducción de las horas trabajadas es obligar a las empresas a que se reorganicen y sean capaces de hacer lo mismo con menos recursos. 

Además, creen que esta medida contribuirá a repartir las ganancias de productividad que, dicen, se han producido en los últimos 40 años gracias a los avances tecnológicos.

¿Trabajan más o menos en otros Países?

En cuanto a nuestros vecinos europeos y su jornada laboral, hay de todo, como en botica. En líneas generales, casi todos los países europeos están alineados con España en cuanto a la jornada laboral, si bien cada país tiene su legislación en la materia:

• En Francia, la jornada laboral está establecida por ley en 35 horas semanales.
• En Bélgica son 38 horas a la semana.
• En los países del sur de Europa, Italia, Portugal o Grecia, la duración máxima es de 40 horas, igual que en España.
• Países Bajos es, de lejos, el país con la jornada laboral más corta (29,5 horas semanales, ¡menos de 6 horas al día!), seguido por Noruega, con 33,3 horas semanales de media.

La falta de Tiempo es el gran Motor de la Insostenibilidad

Nunca llueve a gusto de todos y el caso de la jornada laboral no va a ser una excepción.

En el caso de los trabajadores parece que hay unanimidad en que la reducción de la jornada laboral traería consigo muchas ventajas, pues cada vez es más gente la que demanda una conciliación de la vida laboral y familiar.

Hay expertos, como Andreu Escrivà, que consideran que se debe dar un «cambio en los hábitos de consumo, puesto que la falta de tiempo es el gran motor de la insostenibilidad. Tenemos que emplear nuestro tiempo en hábitos de consumo más sostenibles y este tiempo lo tenemos que robar del trabajo».

Ojo a las Multas: no cumplir con esta Ley puede Salir muy Caro

No cumplir con la ley en caso de que salga adelante y trabajar más horas de lo estipulado, puede ser motivo de sanción económica para las empresas.

Las multas podrían ser de entre 7.500 y los 10.000 euros por cada trabajador afectado; es decir, por cada empleado al que no se le haya reducido su jornada de trabajo. Por ejemplo, una empresa que no cumpliera la ley con 10 de los trabajadores a su cargo tendría que hacer frente a una multa de 100.000 euros.

Puesto que todo apunta a que reducción de la jornada laboral será una realidad tarde o temprano, confiemos en que aporte bienestar, salud y calidad de vida a los trabajadores y una mayor productividad a las empresas. Este salario emocional es una conquista de la sociedad moderna que redundará en mejores resultados para las organizaciones.