El viaje

Hagamos un viaje juntos. El viaje será a través de nuestro cuerpo.¿Preparado?

El tubo

Imaginemos nuestro cuerpo como un tubo, si, un tubo inmenso lleno de bacterias, desde la parte más exterior hasta la parte más interna de nuestro organismo.

Este tubo plagado de bacterias y microorganismos, conocido como la microbiota, será la encargada de ser la guía en este viaje.

Volvamos de nuevo a ese tubo, aunque el número de microbios es difícil de calcular se estima que las bacterias representan entre dos y tres kilos del peso de nuestro cuerpo, llegando a doblar el peso de nuestro cerebro.

Tenemos más masa bacteriana que materia gris

Primera parada del viaje: el estómago

La primera barrera defensiva que tenemos es el estómago. El ácido gástrico elimina la mayoría de los microorganismos en nuestro cuerpo, casi la totalidad muere en cuestión de 5 minutos, por su exposición ácida. ¿Quieres saber si tienes disminución de ácido en el estómago? aquí.

Segunda parada: el intestino

Cuando entra un patógeno (organismo que produce enfermedad) en el cuerpo, tendrá que enfrentarse a las bacterias intestinales residentes. Una vez que los microbios han logrado sobrevivir a los ácidos del estómago, y llegan al colon, la supervivencia depende de que cada uno arramble con lo que pueda.

Es por eso que debemos potenciar aquellos organismos como los comensales (alimentos o protección a expensas de otro sin producirle daño ni beneficio) o los mutualistas (que se benefician mutuamente) y reducir el efecto de los patógenos.

Conocer a nuestros microbios es conocernos mejor a nosotros mismos

Si tu alimentación se basa en comer pizza o pasta, tendrás mas bacterias adaptadas a alimentarse de este tipo de comida. Mientras que las que se alimentan de fruta y verdura tendrán que sobrevivir como puedan…

Aquí va una lista de los principales alimentos que pueden aumentar la producción de butirato en el intestino.

*el butirato es un nutriente muy importante para nuestros enterocitos (células intestinales) además son antioxidantes y antiinflamatorios.

Alimentos que aumentan la producción de butirato en el intestino:

Ajo, cebolla, puerro, espárragos, alcachofa, plátano, centeno, legumbres, mantequilla o ghee, queso curado y diente de león.

Si somos lo que comemos…

¿Sabemos qué tipo de alimentos nos convienen?

Es en el intestino delgado, durante nuestra digestión, donde ocurre la magia, realizándose una minuciosa trituración de los alimentos que ingerimos, y dónde se descubre si toleramos la lactosa o si un alimento es sano para nuestro organismo.

El truco de la naturaleza es que todos los seres vivos están compuestos por los mismos materiales básicos, moléculas de azúcar, aminoácidos, y grasas. Las moléculas de azúcar se pueden unir en cadenas complejas; pasando a ser hidratos de carbono: contenidos en alimentos como el pan, la pasta o el arroz.

Cuando el intestino funciona bien…

somos capaces de combatir las infecciones y enfermedades de forma exitosa, sino aumentará el riesgo de padecer enfermedades.

Cada bocado cuenta, y más en estos tiempos en los que somos cada vez más adictos a la comida basura… aumentando la exposición a sufrir enfermedades inmunes, depresión, ansiedad.

Esto ocurre porque nuestros comensales del intestino, las bacterias, esperan recibir un tipo de alimento tradicional que no llega, por lo que acaban extinguiéndose o alimentándose de algo que no toca.

En consecuencia no son capaces de desarrollar sus funciones habituales de digestión de nutrientes y entonces no pueden defendernos frente a patógenos ni generar compuestos beneficiosos para nuestra salud que nos aporten la energía que necesitamos.

Y bien ¿Qué diría tu intestino de ti?