El compliance, una inversión rentable también para las PYMES

Algunos procesos empresariales se asocian solo a grandes corporaciones, porque tenemos la idea equivocada de que en pequeñas empresas no merecerían la pena. Es el caso del Compliance, un conjunto de procedimientos que identifican y clasifican los riesgos legales, así como las buenas prácticas empresariales,  y son una inversión muy rentable para las PYMES.

Cuando oímos el término PYME, más de uno piensa en un taller de soldadura con un oficial y un ayudante o en una empresa de reformas con 3 ó 4 albañiles tratando de seguir a flote en un océano dominado por las grandes empresas del IBEX 35.

Nada más lejos de la realidad. Aunque pueda parecer de perogrullo, pues sus propias siglas lo indican, (pequeñas y medianas empresas), el concepto de lo que es realmente una PYME en España no es muy conocido por el público en general.  

Las personas que creen que las PYMES son microempresas de 5 empleados son las mismas que creen que la economía de este país sale adelante gracias a las grandes corporaciones como el Grupo ACS (200.000 empleados), El Corte Inglés (88.000 empleados), o Correos (40.000 empleados).

Pero esa creencia es muy errónea. Las pequeñas y medianas empresas representan el 99,2% de nuestro tejido productivo y aportan el 75% de los puestos de trabajo generando el 65% del PIB. Como se ve, datos nada despreciables.

Pero, ¿cuál sería la definición de PYME? Según la UE, se consideran así las empresas que ocupan a menos de 250 personas y cuyo volumen de negocios anual no excede de 50 millones de euros, o bien cuyo balance general anual no excede de 43 millones de euros.

El mapa empresarial español: dos de cada tres personas trabajan en una PYME

De acuerdo con el último informe del Ministerio de Industria en España hay constituidas 2.893.005 empresas, distribuidas de la siguiente forma:

Y en cuanto al número de empleados de las empresas españolas y su distribución, el siguiente cuadro nos proporciona datos muy elocuentes: casi dos de cada tres personas empleadas en España están trabajando en una PYME: diez millones y medio de personas, concretamente.

El cuadro anterior explica muy bien el enorme peso que tienen en el tejido empresarial español las pequeñas y medianas empresas. De hecho, se podría decir que son el motor de la economía española.

En Nalanda somos muy conscientes de este escenario, puesto que en nuestro directorio trabajamos con más de 46.000 empresas proveedoras, la mayor parte de las cuales son compañías de pequeño  o mediano tamaño.

Tengo una PYME, ¿cómo puedo implantar un sistema de compliance?

Muchas de las PYMES españolas están tomando conciencia de que tienen que implantar un sistema de compliance, al igual que lo han hecho la mayoría de las grandes compañías. ¿Cuáles serían los pasos esenciales a seguir para crear un buen plan que cumpla con la normativa y mejores prácticas en una pequeña empresa?  Básicamente, serían los siguientes:

• En primer lugar, formar un equipo de compliance
• Realizar un análisis de los riesgos de la empresa
• Definir los protocolos a seguir
• Elaborar un Código Ético para la compañía
• Establecer un régimen disciplinario
• Implantar un canal de denuncias interno (“whistleblower”)
• Desarrollar programas de formación
• Realizar auditorías periódicas y un plan de seguimiento
• Actualización del programa de compliance.
• Definir los elementos más usados para gestionar riesgos y asegurar el cumplimiento.

El compliance officer y otros elementos clave en la implantación

La experiencia acumulada en este área junto a los estudios realizados definen tres elementos clave a la hora de implantar un plan de compliance eficaz en una PYME:

• La elección y participación desde el inicio de un compliance officer dentro de la empresa 
• Utilizar métodos basados en marcos de referencia debidamente contrastados 
• Alinear  la cultura corporativa con los principios y pautas de comportamiento del programa de compliance, a través de la dirección, la comunicación y la formación, desde el inicio del mismo.

Los conocimientos específicos en materia de compliance y de las “best practices” en procesos empresariales constituyen los pilares del edificio del programa de compliance. Estos estándares servirán para asegurar un buen resultado del programa y de que este cumpla con los siguientes parámetros:

• Eficiencia: en lo que se refiere a riesgo y recursos económicos empleados.
• Calidad del programa y sus políticas, que hagan posible que los riesgos estén por  debajo del umbral de riesgo definido como aceptable por la propia organización (efectividad del sistema).
• Consistencia, al facilitar recomendaciones y requisitos probados que permitan que el programa pueda funcionar tal y como ha sido diseñado. Una PYME no tiene los recursos de una gran compañía y debe trazar un diseño que sea fácil de llevar a la práctica. Debe estar adecuado a su tamaño, así como a sus recursos humanos y materiales.

Alinear la cultura corporativa con los principios del programa de compliance

Una de las claves del éxito de un programa de compliance está en que este se incorpore realmente a su cultura de empresa. Cuando los  principios y formas de actuar de los miembros de la organización (cultura corporativa) están en sintonía con los  principios y pautas de actuación definidos en el código ético, la eficacia del programa tendrá muchas más garantías de funcionar de forma eficiente.

Una vez explicados los pasos para la creación de un programa de compliance en una empresa, es posible que algunos dueños de PYMES con pocos empleados se pregunten: ¿”Me compensa la inversión en desarrollar este programa, para el nivel de ingresos de nuestra compañía…”?

La respuesta es Sí, pues los programas de compliance se han creado para optimizar el funcionamiento de cualquier empresa, con independencia del número de empleados y para protegerse a sí misma frente a una posible responsabilidad penal, bien causada por sus miembros, o por un tercero (proveedor, accionista, etc.)

Todas las acciones y mecanismos que se deben implantar en un buen plan de compliance se pueden adaptar a la dimensión y recursos de la empresa, pero el tamaño de la entidad no debe ser una excusa para su no implantación. Instalar este tipo de programas dentro de una compañía, por pequeña que sea, será siempre una inversión muy rentable.

¿Y todo esto para qué me sirve?

Pues, además de cumplir con una nueva práctica empresarial, para que tu empresa sea más atractiva a los ojos de las compañías que busquen en directorios a las PYMES que puedan seleccionar con total confianza.

¡¡ Pon el ojo en lo que haces y te verán !!