Formación en prevención, hacia la aplicación del reskilling y upskilling

Alguien dijo que “aprender a aprender es la habilidad más importante de la vida”. Hay mucho de cierto en esa afirmación, tan válida para la vida diaria como para nuestros retos y desempeño profesional. El reskilling y el upskilling son dos modelos que cumplen ese viejo dicho de “renovarse o morir”. Y en esa renovación de las habilidades profesionales es importante integrar la formación en prevención.

El upskilling y el reskilling requieren actualizar la formación preventiva

Traducido a la actualidad del mercado laboral, este proceso de actualización de las habilidades profesionales se ha bautizado con dos anglicismos: upskilling y reskilling de los que oiremos hablar mucho de aquí en adelante. El acelerón digital que ha dado el mercado a raíz de la pandemia, la automatización y la inteligencia artificial, unido a la aparición de nuevos perfiles profesionales, la recesión provocada por la COVID y los nuevos paradigmas en cuanto a sostenibilidad, obligan a los profesionales a reinventarse si quieren mantenerse al día en sus puestos de trabajo.

El upskilling (aprender nuevas habilidades que se adapten mejor a los puestos actuales) y el reskilling (adquirir las habilidades para un trabajo completamente diferente) ya existían anteriormente en el mundo profesional con nombres más domésticos como reciclaje o promoción continua. Ahora han cobrado más importancia y urgencia debido a los numerosos y significativos cambios que ha experimentado el entorno laboral.

Ya no sirve hacer lo de siempre y de la misma forma. Hay que reciclarse en procesos olvidados y aprender nuevas herramientas y formas de trabajar más acordes con la era digital en la que nos hemos estamos sumergiendo. Pero es importante que esta actualización incluya una adecuada formación en la cultura preventiva evaluando los nuevos riesgos posibles.

Según un estudio realizado por Mackinsey, entre 75 y 375 millones de trabajadores (del 3% al 14% de la fuerza laboral mundial) se verán obligados a cambiar de categoría ocupacional antes de 2030 a causa de la automatización, la inteligencia artificial y la digitalización. Pero, ¿cuentan estos trabajadores con la suficiente formación en prevención sobre los nuevos puestos que van a ocupar?

Diferencias entre el reskilling y el upskilling, como modelos de formación.

A hombros de esta transformación digital, han surgido nuevas profesiones especializadas en tecnologías como el Big Data o la Inteligencia Artificial. Estas profesiones proliferan cada vez más y no hay suficientes profesionales formados en ellas como para satisfacer la demanda de los clientes.

El upskilling persigue enseñar a un trabajador nuevas habilidades y competencias para que pueda mejorar el desempeño de su trabajo. La intención del reskilling, o reciclaje profesional, es la de formar a un trabajador para que se adapte a un nuevo puesto en la empresa, surgido de esta eclosión digital y tecnológica. 

Hay quien sostiene que, a grandes rasgos,  el upskilling crea trabajadores más especializados y el reskilling, profesionales más versátiles.

Formación para adaptarse al futuro, ¿hacia dónde vamos?

En general, las competencias que requiere un puesto de trabajo cambian en paralelo con los nuevos dispositivos y tecnologías que se introducen en cada profesión, con las aplicaciones que se utilizan para atraer a clientes y/o con nuestra propia forma de aprender nuevas técnicas en nuestros puestos, como el e-learning.

Por ejemplo, el sector de la construcción, uno de los mayores de la economía, tenía en 2008 en España 2.800.000 trabajadores que con la crisis bajaron a 800.000. Ahora, con la recuperación, está en 1,4 millones. Y muchos de estos trabajadores  necesitan adaptarse a las nuevas demandas del mercado.

Este sería un buen ejemplo de un sector que se beneficiaría del reskilling y el upskilling. La robótica y la automatización, una de las claves de esta revolución digital, se está abriendo camino y empiezan a surgir constructores pioneros en estas tecnologías que necesitan trabajadores que las sepan utilizar.

Pero también es necesaria una formación continua en los nuevos riesgos laborales que pueden traer consigo estos nuevos desempeños: las actuales formas de movilidad, las modernas máquinas y herramientas, etc. hacen necesario contar con nuevas formas de prevención.

Ventajas del reskilling y el upskilling para retener y aprovechar el talento

Tanto el upskilling como el reskilling permiten retener el talento de los trabajadores, al tiempo que fomentan la cultura del aprendizaje y las oportunidades internas de promoción.

Además, aumentan la motivación de los trabajadores. Se trata de una estrategia a largo plazo, a futuro, que permite abaratar costes y ser competitivos en el nuevo entorno cada vez más cambiante.

Competencias clave en el upskilling y el reskilling aplicados a los programas de formación en prevención

La Unión Europea considera que las empresas tendrán que incorporar ambas tendencias en su programa de formación como parte de la cultura empresarial.  El aprendizaje tiene que estar alineado con ciertas habilidades críticas, que la Comisión Europea clasifica en 8 bloques:

• Comunicación en la lengua materna
• Comunicación en una lengua extranjera
• Competencia matemática, científica y tecnológica 
• Competencia digital
• Aprender a aprender
• Competencias sociales y cívicas:
• Sentido de la iniciativa y espíritu de empresa
• Conciencia y expresión culturales

¿Cuáles serán skills fundamentales en el futuro próximo?

Las principales habilidades de una persona que se incorpora o espera incorporarse al mercado laboral serán su capacidad para adaptarse a un entorno acelerado por la introducción de la tecnología digital, así como su actitud a la hora de gestionar su evolución de competencias. Y en esta adaptación a los nuevos modelos debe incluirse siempre una adecuada formación en prevención.

¡Debemos inculcar en todas las organizaciones una eficaz cultura preventiva!