El estrés laboral, un factor de riesgo del ictus

«No puedo más, tengo tanto estrés por el trabajo que me va a dar algo» ¿Quien no ha oído o dicho alguna vez esta frase…?

Si miramos las estadísticas, el infarto y el ictus son los causantes del 35% de las muertes que se producen en el entorno laboral. Junto a los accidentes de tráfico, estas patologías causadas en parte por el estrés son las principales causas de mortalidad laboral. De la relación entre ictus y trabajo hablaremos más adelante, pero primero tenemos que saber a qué nos enfrentamos.

¿Qué es un ictus?

Un ictus es un accidente vascular en el cerebro. A veces se produce porque se rompe una arteria o vena  y se origina una hemorragia. Y otras, porque esos vasos cerebrales no funcionan bien (se obstruyen, e impiden la circulación); son los ictus isquémicos.

En ambos casos la consecuencia es la misma: al cerebro no le llega suficiente riego sanguíneo. Esto puede provocar lesiones y afectarnos al movimiento, el equilibrio, el conocimiento, el habla… y ya sabemos que el cerebro controla todo nuestro organismo como si fuese un ordenador central.

Cómo reconocer que estamos ante un ictus

No somos médicos, así que vamos a lo fácil,. Ante cualquier sospecha pide a la persona que realice estas 3 acciones:

1. Sonreír
2. Levantar los brazos
3. Responder a una sencilla pregunta, como por ejemplo; ¿qué día es hoy?

Otros síntomas que pueden ponernos sobre la pista son un fuerte dolor de cabeza, incapacidad para comunicarse, pérdida del equilibrio, falta de movilidad en un lado del cuerpo, problemas de vista…

Ante cualquiera de estos síntomas, hay que actuar rápido. A veces las consecuencias son reversibles, pero en otros casos, no; incluso, pueden provocar la muerte.

También es cierto que las tasas de mortalidad por este tipo de patologías, según la Federación Española de Ictus, han descendido en los últimos 20 años. Aunque este dato no significa que haya habido un descenso en el número de casos. Entre 2015 y 2035 se prevé un aumento de ictus en la Unión Europea. 

Entre 2015 y 2035 se producirá, en conjunto, un aumento del número total de episodios de ictus en la UE del 34%.

El impacto del ICTUS en Europa

El estrés laboral, un factor de riesgo

El 90% de los ICTUS están relacionados con factores de riesgo sobre los que podemos actuar: hipertensión, diabetes, obesidad, colesterol, sedentarismo, tabaquismo, alcohol y estrés. Básicamente, si cuidamos nuestro corazón tendremos menos posibilidades de sufrir un accidente vascular.

Pero ¿qué hacemos con el estrés laboral? Desde hace casi una década, el estrés en el trabajo está considerado un factor de riesgo vascular, por cómo incrementa el resto de las causas.

El estrés laboral también se ha relacionado con un aumento en el riesgo de sufrir ictus. Las personas sometidas a alta presión en su trabajo (alta demanda con bajo control de sus funciones laborales) presentan mayor riesgo de ictus comparado con personas que desempeñan trabajos no estresantes

Sociedad Española de Neurología

Según esto, a mayor estrés, mayor riesgo. Según un estudio de la Academia Americana de Neurología publicado en la revista Neurology, los trabajadores con empleos más estresantes tienen un 58% más de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico.

El 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus. Además de incidir en su prevención es importante que todos sepamos detectar sus síntomas, porque el tiempo de reacción es clave para minimizar consecuencias.

Debemos estar atentos, no solo en nuestro entorno familiar, también en el laboral.  El 80% de los trabajadores no saben cómo actuar ante un ictus, a pesar de la labor formativa que se realiza desde muchas asociaciones y fundaciones, como Freno al Ictus.

Tenemos que conseguir reducir las cifras porque se calcula que 1 de cada 6 personas sufrirá un ictus durante algún momento de su vida.