La economía circular es un modelo tanto de producción como de consumo que centra su interés en las tres “R” (reducir – reutilizar – reciclar). Con ello se crea un valor añadido y el ciclo de vida de los productos se extiende.
El crecimiento desmesurado de residuos está siendo un problema para nuestro planeta, es por eso que se establece una gestión de estos incentivando su reutilización y reciclaje, y apostando por tecnologías limpias para tratarlos.
En la práctica, se está intentando reducir los residuos al mínimo, pero una vez generados, debe existir un adecuado manejo de los mismos.
Se debe procurar que la disposición, acopio, recolección y transporte de los residuos se realicen de forma correcta y con el mínimo impacto para el Medioambiente. Es lo que se llama el Total Waste Management, considerado la pieza primordial del modelo de Economía Circular.
Todos los agentes implicados, Instituciones – industrias – individuos, han de plantearse programas y soluciones que añadan además un valor sostenible, teniendo el foco en varios objetivos:
- Reducir los residuos hasta su eliminación
- Adecuar la recogida, el almacenamiento y el transporte
- Reutilizar esos residuos para crear fuentes de ingresos a partir de los mismos
Además, durante todo el proceso de recogida, transporte, y especialmente de tratamiento y reciclaje de los residuos, hay un actor decisivo e imprescindible: el trabajador y su seguridad laboral.
Hay que tener presente los múltiples riesgos laborales a los que se enfrentan los trabajadores que intervienen, tanto propios como de empresas subcontratadas (infecciones, químicos, cortes, cargas, ruido…etc), que hacen que el Plan de PRL y su control se tenga que ver reforzado frente a otros sectores.
De todas estas cuestiones, hablaremos en nuestro encuentro de la Comunidad Diamante en Madrid, el día 23 de marzo en el restaurante Restaurante A’BARRA.