Qué es la Guerra de las Corrientes y su evolución a nuestros tiempos

Desde que en 1880 Thomas Edison y Nikola Tesla pusieron las primeras piedras (perdón; los primeros cables) de las instalaciones eléctricas, esta forma de energía ha evolucionado mucho en todos los sentidos. Tesla defendía la corriente alterna y su rival abogaba por la corriente continua. A pesar de la popularidad de Edison como inventor, fue la corriente alterna la que predominó como forma de transmisión de la electricidad desde entonces hasta nuestros días ganando “la guerra de las corrientes”.

La electricidad es un elemento presente en la mayor parte de nuestras actividades, tanto en nuestra vida privada o de ocio como en el trabajo. Los que sean un poco más mayores recordardarán una figura que hasta hace unos años era frecuente en la economía doméstica: ”el lector del contador”.

Se trataba de un profesional que llamaba al telefonillo de las viviendas para poder acceder a los contadores de los diferentes pisos y trasladar luego esa lectura de consumo a la compañía eléctrica correspondiente.

Pero hoy no vamos a ocuparnos de la electricidad doméstica, sino de esta fuente de energía aplicada al entorno laboral y de los riesgos que puede tener para quienes están trabajando con ella. Aunque, ¿quién no trabaja con alguna forma de electricidad, aunque sea simplemente por estar conectados en nuestra casa a un ordenador y recibiendo iluminación de una lámpara?

Sí, la energía eléctrica es una parte importantísima en nuestra vidas profesionales y domésticas y debemos ser conscientes de que, a pesar de los grandes beneficios que nos aporta, tiene también sus riesgos que debemos prevenir y evitar.

Los avances de la energía eléctrica

Durante los últimos años los avances tecnológicos en este campo han hecho que la energía eléctrica se gestione también de forma “inteligente” gracias a las smart grid, unas redes que integran de forma eficiente el comportamiento y las acciones de todos los usuarios conectados a ella, de tal forma que se asegure un sistema energético sostenible, con bajas pérdidas y altos niveles de calidad y seguridad de suministro.

Se trata de una red bidireccional que ya no lee los datos en un solo sentido, sino en ambos. Esto permitiría, entre otros muchos beneficios, volviendo al ejemplo de los lectores de contadores, que tanto el usuario como el profesional que hace la lectura pudieran acceder al consumo en tiempo real y al mismo tiempo. Toda una revolución.

Además, la red Inteligente tiene otras muchas ventajas orientadas a proporcionar una mayor seguridad. La nueva tecnología permite a hogares y empresas adaptar su consumo a la demanda de energía en cada momento, y de esta manera reducir costes, incrementar su uso y conseguir una mayor eficiencia energética.

Instalaciones eléctricas y seguridad en el entorno laboral

En tanto estas redes inteligentes se vayan instalando en edificios, obras y viviendas, hay que analizar y conocer los riesgos que presentan las instalaciones eléctricas en el entorno laboral.

Para poder asegurar una óptima protección de la salud y seguridad de los trabajadores ante el riesgo eléctrico, el tipo de red que se instale en un entorno laboral y sus elementos deberán adaptarse a las condiciones de dicho lugar, teniendo presente la actividad que se lleva a cabo en el mismo y los equipos que vayan a utilizarse.

Factores a tener en cuenta ante un riesgo eléctrico

Hay una serie de factores que incidirán en mayor o menor medida en el riesgo de un accidente eléctrico:

• Las características conductoras de electricidad en ese espacio (la posible presencia de agua o humedad agrava el riesgo).
• La intensidad de la corriente. Según la Ley de Ohm, la intensidad=diferencia de potencial y su medida es el amperio (A) o mili amperio (mA). Cuando una persona recibe una corriente partir de 8 mA pueden producirse contracciones musculares y, a partir de 30 mA, puede sufrir fibrilación ventricular.
• Cuando se recibe una descarga, la gravedad de la misma (además de depender de si es corriente alterna o continua) puede estar determinada por la trayectoria a través del cuerpo, el tiempo de exposición a la corriente y la propia resistencia del cuerpo humano.
• Una menor resistencia produce un mayor efecto negativo. ¿Cómo se mejora la resistencia? Con guantes aislantes, calzado adecuado, casco, etc. Son elementos que reducen las consecuencias de la descarga.
• Otra recomendación importante es que en los lugares de trabajo sólo se podrán utilizar equipos compatibles con el tipo de instalación eléctrica existente.
• Las instalaciones deberán mantenerse adecuadamente y someterse a controles periódicos para cumplir con lo que establece la reglamentación eléctrica, la normativa general de seguridad y salud sobre espacios de trabajo, los equipos y señalización en el mismo, así como con cualquier otra regulación específica que sea aplicable.

Consecuencias en caso de accidentes

En cuanto a las consecuencias para la salud en caso de accidente, la electricidad puede producir daños de cuatro formas distintas:

• Mediante un shock eléctrico o electrocución: esto se produce cuando una descarga recorre el cuerpo: si fuese de “sólo” 10 miliamperios (mA) ya representa algo de peligro. Si hablamos de 80 a 100 miliamperios (mA), la descarga puede tener consecuencias irremediables. 
• Otra de las consecuencias indirectas de un accidente eléctrico puede ser la producida por caídas como resultado de una electrocución.
• La electricidad también puede actuar como fuente de ignición para vapores inflamables o explosivos.
• Por último, pero no menos importante: si se sobrecarga la red, puede saltar una chispa y producir un incendio. En estos casos, la existencia de atmósferas explosivas, materiales inflamables o ambientes corrosivos pueden agravar el accidente eléctrico.

Cómo prevenir y evitar los riesgos eléctricos en el entorno laboral

Hay una serie de medidas que es aconsejable seguir para evitar riesgos:

Información sobre los posibles riesgos existentes 

• Esta información incluye una correcta señalización de los riesgos a través de las señales de seguridad (de prohibición, advertencia u obligación).
• Que se den instrucciones concretas del trabajo con riesgos eléctricos. Estas deberán indicar muy claramente el procedimiento a seguir.
• Dar una completa y adecuada formación a los trabajadores.

Medidas de protección

En cuanto a las medidas de protección concretas se deberían aplicar: 

• Medidas de protección individuales: tales como la obligatoriedad de llevar trajes EPI, alfombras aislantes, herramientas con mangos de plástico, guantes y calzado adecuado,  cascos, etc.
• Respecto a las medidas a tomar en instalaciones, equipos de trabajo y herramientas, son complejas en su desarrollo técnico pero garantizan la seguridad del trabajador de varias formas:
  • Exigiendo que se cumpla la norma durante la construcción y puesta en marcha de las instalaciones.
  • Adquiriendo material con etiquetado de la CE, tanto para equipos de trabajo como para herramientas.

Normas generales para una correcta protección

• Los trabajos de reparación y calibración de equipos eléctricos los debe realizar personal capacitado para la tarea.
• Es necesario desconectar los equipos antes de realizar cualquier manipulación en los mismos.
• El personal que participe en una instalación que implique el uso de equipos eléctricos será informado por escrito de cualquier riesgo potencial que pueda correr.
• Todos/as los trabajadores/as pueden contribuir a reducir los riesgos aprendiendo los principios y técnicas básicas referentes a:
  • Alimentación y cableado.
  • Enchufes y hembrillas.
  • Recomendaciones generales.
  • Técnicas de seguridad personal.

Para garantizar la seguridad de las operaciones, todos los equipos eléctricos deben instalarse y mantenerse de acuerdo a lo previsto en las disposiciones de protección de la salud y la seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico.

En poco tiempo, cuando las empresas hayan incorporado los modernos sistemas de electricidad inteligente o “smart grid”, se podrán evitar posibles sobrecargas, así como otros muchos riesgos relacionados con la electricidad. 

Y quedará entonces muy lejos esa época en la que había que leer los contadores y más alejada todavía esa noble batalla entre dos renombrados inventores que contribuyeron tanto con “la guerra de las corrientes” al avance de la humanidad.