El yoga es una disciplina milenaria india que cada vez tiene más adeptos. Famosos y anónimos afirman sentirse enganchados, y es que, más allá de las modas, la práctica de este completo ejercicio tiene numerosos beneficios y ventajas tanto para nuestro cuerpo como para nuestro bienestar mental y emocional. No es de extrañar que haya un día internacional del yoga.
Para resumirlo de forma muy esquemática,
el yoga conecta el cuerpo, la mente y las emociones utilizando la respiración y
las posturas corporales, que pueden adaptarse a distintos grados de dificultad
o condicionantes físicos. Por ello, es un ejercicio recomendado para cualquier
edad, con bajo riesgo de lesión, y barato.
Reduce ansiedad y estrés
Ayuda a reducir el nivel de cortisol -la
hormona relacionada con el estrés-, libera tensiones, ayuda a relajarse y a
dormir mejor. Todo ello, favorece directamente el bienestar psicológico.
Además, gracias a las posturas que favorecen la concentración, se mejoran el
rendimiento intelectual y la atención.
Refuerza el sistema inmunológico y
equilibra el nervioso
Precisamente gracias a la reducción del
estrés, se aumenta la resistencia a enfermedades e infecciones, ya que unos
altos niveles de cortisol en sangre provocan cambios en el sistema
inmunológico. Y al combinar en una misma práctica movimiento y relajación,
también contribuye a equilibrar el sistema nervioso ya que resulta mucho más
eficaz para combatir el estrés que otros ejercicios de relajación que no se
acompañen de práctica dinámica.
Fortalece músculos y huesos
El yoga ayuda a fortalecer los músculos
-trabaja todos los que el alumno necesite- y huesos, y a diferencia de otros
ejercicios de musculación, evita que se acumule ácido láctico en el cuerpo.
Así, protege los huesos, evita lesiones y
previene enfermedades como la artritis, además de reducir caídas en las
personas mayores gracias al a mejora de la coordinación.
Además, frena la pérdida de masa ósea y
ayuda a la columna vertebral proporcionando nutrientes a los discos que se
paran las vértebras.
Aumenta la flexibilidad y alivia
dolores crónicos y posturales
Con una práctica constante y progresiva
de las diferentes asanas o posturas el cuerpo pasará de una rigidez inicial a
una flexibilidad que irá en aumento. Esto, siempre con un ejercicio bien
adaptado, ayudará a aliviar o hacer desaparecer muchos de los dolores
musculares provocados por tensiones y malas posturas diarias, o incluso dolores
crónicos como el de cuello, artritis, lumbalgia, etc.
Mejora la respiración
La respiración abdominal o diafragmática que alienta la práctica del yoga incrementa la oxigenación de las células. Con una respiración profunda y pausada se mejora la circulación sanguínea, se ralentiza el ritmo cardiaco y se relajan los músculos.
Mejora la salud cardiovascular
La práctica constante del yoga ayuda a
controlar la grasa en las arterias, lo que disminuye la posibilidad de sufrir
accidentes cardiovasculares.
Además, también está demostrado que quema
calorías y que puede retrasar el envejecimiento protegiendo el ADN de los daños
provocados por nuestro estilo de vida.
Si te hemos convencido y quieres empezar a practicarlo ya, en estos artículos tienes una gran selección de cuentas de Instagram y Youtube. ¿Eres ya un experto y quieres probar con otra disciplina? No te pierdas este post con las ventajas del taichí.